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La técnica del subtitulado.


El subtitulado es un tipo de traducción audiovisual que tiene sus propias técnicas, reglas y criterios. Lo principal antes de adentrarse en este mundo, es comprender que este tipo de traducción se enmarca dentro de la "traducción subordinada". Es decir, es una traducción que tiene unas restricciones de tiempo y espacio que afectan de forma directa al resultado final. Nuestra traducción depende de estos parámetros, y no solo consiste en traducir el contenido textual sino en apoyarnos en la imagen y en el audio, contando con un tiempo y un espacio determinados.


El espacio del que disponemos en nuestra traducción se limita a dos líneas de subtítulos que suelen colocarse generalmente centradas en la parte inferior de la pantalla. Cada línea no puede contener más de 35 caracteres (entendidos como cualquier letra, signo o espacio). Por lo que el número de caracteres que puede tener un subtítulo (formado por dos líneas) es de 70 caracteres.

En cuanto a la limitación del tiempo, un subtítulo tiene una duración mínima de un segundo y una duración máxima de seis segundos en pantalla.


Ahora bien, existe una relación directa entre la duración de un subtítulo y el número de caracteres que este puede contener para que pueda leerse. Estos parámetros se basan en una velocidad media de lectura, no podemos leer la misma cantidad de texto si tenemos seis segundos que si contamos con menos tiempo. Se estima que la velocidad de lectura media actual es de tres palabras por segundo. Por lo que, para leer un subtítulo completo de dos líneas y 70 caracteres, necesitaremos al menos cuatro segundos, ya que alberga unas doce palabras. Si tenemos menos tiempo, deberemos calcular menos caracteres.


El subtitulado acarrea también una parte técnica que es el pautado (spotting en inglés) de los subtítulos. Es decir, calcular el momento en que los subtítulos aparecen y desaparecen de la pantalla, de forma que exista una sincronización con el audio. También deben tenerse en cuenta la duración de los subtítulos y los cambios de plano de cámara que se dan en la imagen. Cuando se produce un cambio de plano, el espectador tiende a volver a bajar la vista y releer el subtítulo, por eso, se debe respetar, en la medida de lo posible, los cambios de plano y de escena.


En el proceso de subtitulado se dan, por tanto, las siguientes fases:


· Pautado: Localización de los tiempos de entrada y salida de los subtítulos, sincronizados con el audio, calculando los tiempos mínimo y máximo de duración y respetando los cambios de plano y escena.

· Traducción (adaptación): Traducción del original, adaptándolo y ajustándolo a los caracteres permitidos según la duración del subtítulo.

· Simulación: Representación de los subtítulos traducidos con la imagen y audio para comprobar que se respetan todos los criterios y que se pueden leer de forma natural.

· Corrección de errores y reajuste del texto.


El resultado final ideal es que los subtítulos estén sincronizados con el documento audiovisual de modo que su lectura sea algo natural y fluida y el espectador casi no sea consciente de que está leyendo, que absorba a la vez la imagen, el audio y el texto.



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